martes, 24 de abril de 2007

Tauromaquia

("Derechazo", Foto: Phillipe Granier)



Para conquistar a un poeta debes iniciar el rito del silencio mirándole muy fijo, afinarte en sus sentidos, coquetear con su sombra hasta morderle con furia los versos temblorosos, debes rodearle con cuidado cada palabra hasta cruzar el umbral de sus ojos como el misterio del torero que plasma delante del toro.
Debes escucharle con el corazón pausado, debes adoctrinarte en sus perversiones y respirarle los versos hasta despertarle los latidos.

Para conquistar a un poeta debes aprender el arte de beberle con los ojos, permitir que te beba los sentidos hasta que pueda sudarte en cada uno de sus versos.
Debes consentir el precioso lance de su espada de matar resbalándote en la espalda para que pueda consentir del mismo modo en la faena de dibujarte en cada una de sus fábulas.
Debes entender que el rito de la conquista es el juego de las embestidas donde puedes terminar con el corazón atravesado en la estocada.
Para conquistar a un poeta debes ponerle nombre a tu presencia
Para que no logre trazar una sola línea sin pensar en tu locura.

Que no te basten las ganas de banderillear sus egos e ínfulas tan sólo por diversión y capricho.
Que no te baste descifrarle los códigos,
ni adivinarle en confusiones ni conjuros.
Que no te baste haber aprendido a sobrellevar sus pullas y sarcasmos
recuerda que sus palabras tienen otro ritmo
que ya han hablado antes del tacto
que puede coserte y descoserte
y en cada palabra escrita con la tinta de sus egos
es capaz de poder crear un arte con cada uno de tus misterios.

Para conquistar a un poeta debes aprender a conquistar primero sus silencios, callar sus cantos, describir su historia de lienzos en cada uno de tus embates hasta que te muerda con furia el alma.
Prepararte al fin con el aliento sostenido para el instante final
en que vibran todas las sensaciones en tu capote
para recibir la violencia de cada uno de sus rugidos,
la furia de sus embates
las tempestades de sus ganas
la analgesia de sus versos
y en la embestida furibunda hacerle rodar en la estocada
hasta verle caer desangrado en tu nombre
Y en el ruedo sangrante ser el verbo inmortal
conjugado con sus besos
donde entregarle la llave de tu dolor rondante
Y poder al fin hilarte real sobre su vientre.



miércoles, 18 de abril de 2007

Te bebo con los ojos


Te bebo con los ojos
Y tus palabras suenan a música en mis oídos
te canto entrelíneas y entre sueños inventados
y no me importa
no me importan las falacias ni los espejismos
no me importa cuando al apagar las luces
te enciendo de todos modos en las llamas de mi pelo
Y te gusta
te gusta recorrerme los parajes y beberme en limonadas
o quizá de vez en cuando en tu penúltima cerveza
Sabes como encenderme los versos
y sonreírme al otro lado del río
justamente cuando empiezo a olvidar la sonrisa.

Te bebo con los ojos y te diluyo entre mis dedos
pequeña piedra estallando en mi espuma
salobre
silente
contagiado de risa
atardecer de mi mediodía
donde te seguiré esperando
para que me bebas de nuevo.

martes, 17 de abril de 2007

A nosotras

"Se abre la puerta y el aire cargado de aromas y tabaco me recibe.
Ahí las veo, en la mesa de la esquina.
Hace tiempo no me sentía tan en casa..."

("Las Tres Mangos Verde", Tony Mendoza)



A nosotras nos junta el aire del mar,
las campanadas de la tierra lejana guardada en los bolsillos oxidados,
los recuerdos de la brisa cuando corre tanto por dentro
cuando asistimos cada día al encuentro imaginado
de nuestros mejores momentos
para vernos desplegar credos frente a las ventanas nevadas
para dibujar historias de mares y batallas en piezas de orfebrería.
O para dibujarnos conejos en las nubes
y seguir creyendo en alfombras mágicas.

A nosotras nos une cierto calor ciego,
ese del que a veces dudamos y sin embargo ahí está
entibiándonos el sueño
dibujándonos el mapa del alma en el fondo de un vaso de vino
diciéndonos que la vida aún sabe a manguito y saxofones.
Deberíamos decir cuando todos se vayan
que a nosotras no nos duele el tiempo
que no nos espantan las horas
ni la necesidad de abordar ningun tren
que nos lleve a ninguna parte.

A nosotras nos basta una copa de vino
y el sonar de un viejo piano
para sentirnos presencia, verso, prosa,
para abrirnos en ventanas de tantos colores
y vernos en la nieve congelada evaporando poesía.
A mí al menos me basta tenerlas cerca
para seguir sintiendo que la vida es dulce,
que nuestro reloj seguirá señalandonos el tiempo
ahí donde estamos y ahí donde estaremos
porque aún sin nuestra tierra entre los dedos
a nosotras todavía la voz nos sabe a versos.

jueves, 12 de abril de 2007

Nevermore

¿Dije que deseo dejar todo atrás?
que ya está bueno, que me canso de no olvidarte...
y el cansancio a veces duele.
Ya ves, no soy tan persistente
no tengo la fuerza necesaria para seguir mojando
versos en alguna libreta
ni he llegado tampoco a ser tan buen arquero.

¿Te conté alguna vez que eras tú mi luna?
mi llanto canela, mi sabor de manzana,
mi línea viva en el beber del viento...
Seguro lo imaginaste
y te reíste
como supongo que te reíste tantas veces
de la locura de mis versos.

¿Dije alguna vez que te odiaba?
pues eso lo recuerdo, lo dije, claro, muchas veces
pero sé que no me hiciste caso,
porque al escupir cada línea rígida
en la furia olvidada de mis vendettas
se tejía lo único que de verdad he sentido siempre por ti.
Y que adivinaste siempre... siempre.

Hoy diré que pienso renunciarte
mantenerte quieto en mis silencios
apilarte y guardarte
olvidar que fuiste imagen de desvelos en mis pupilas secas
que me quedaré tan solo
con la resaca de tu nombre en las venas
que te guardaré bajo llave
en el patio trasero de todos mis recuerdos.

lunes, 9 de abril de 2007

Pandora


Hay intensidades que me devoran
a veces siento que lo sabes
de la misma forma en que sientes que te siento
y me respiras...
¿Que me estoy poniendo peligrosa?
Y que más da si te consume mi palabra
entre susurros y suspiros.
Peligrosa no es la palabra, la palabra siempre es entrelíneas.
A estas alturas ya el peligro no reviste temores,
a estas alturas en que ya me he bañado de tantas letras
no hay nada que no sea capaz de decir.

Imaginaste mi susurro como una caricia
recorriéndote la espalda...
siempre se trata de invitaciones,
de letras cadenciosas,
hoy te invito,
hoy te invado,
te acerco en la distancia que nos aparta
te recorro en tu incendiada obscenidad
y te embriago de mi.

En el poema hecho danza
hay intensidades que me devoran
Estoy segura que lo sabes.

martes, 3 de abril de 2007

¿Bailamos?

("Musician", Zinovy Shersher)

Hoy no voy a pedirte nada,
hoy es uno de esos días, ya sabes, ebrios de vértigo,
donde el fervor religioso trastoca mis inspiraciones más sentidas.
Hoy es uno de esos días en que no sale la poesía y que sin embargo,
aunque no salga puedo siempre tejerte entrelíneas
inventándome tu hombro sin previo aviso
invitándote a este danza de letras confabuladas en tu nombre.

Hoy es uno de esos días en que amparada en lo gris del cielo
puedo con la tinta ocre de mis dedos convocarte junto a mi
apretarte a mi pecho hasta beberme tu mirada a sorbos
y en cada paso marcar la fugacidad del instante irrepetible.
puedo acercarme siempre más para celebrarte la luna
eso, siempre que aceptes
qué dices... Bailamos?

Bailemos compañero de ruta,
bailemos tan lento hasta que pueda
contener tu respiracion en la garganta
hasta escucharte los temblores del pecho
tan despacio que consiga ser canto de espuma entre tus dedos
desangrándote las lluvias en la elegía de cada beso
y que la brisa nos contenga temblando en el silencio.

Qué mas da un día gris a mil millas
si la vida debe estar en otra parte compañero
en otra parte, rugiendo furibanda seguramente muy lejos.
Bailemos nada más, no quiero verte adormecido
sin darte en esta danza mi último aliento,
hasta que muera el musico más viejo de la banda
hasta quemarme en tu llama con ojos de presente
hasta guardarme nuevamente
tu nombre de acordes
en mi silencio.