Sobakasu
ni intentar nada parecido…”
Yasunari Kawabata
("Despertares", Mercedes Vandendorpe)
Arrastraba una tristeza milenaria en sus ojos de almendra, su piel de luna estaba como tejida por seda natural y desde su cuerpo mudo se podía oír la historia de mil encuentros míticos en noches de insomnio. Aún en su naciente juventud guardaba un aura de antigüedad y hasta el aroma de su pelo conocía el arte secreto de hacer cantar a los poetas ante la contemplación de su desnuda belleza dormida.
Se preparaba con pasos sigilosos en el rito de cada atardecer, aromaba sus cabellos con delicadeza y parsimonia, y dejaba que sus esencias naturales llenaran el ámbito de la habitación con el clima de su aliento. Tomaba posesión de su espacio como preparándose para dormir muchos años y bajando las cortinas se acostaba de medio lado extendida en su lecho como si se tratase de una criatura de fábula en la penumbra del mundo, hermosa en su perfecta naturaleza hasta dormirse sin un suspiro, sin una sola pausa en la narcotizada plenitud de su completa desnudez.
Cuentan que los ancianos se acercaban de uno en uno cada noche tan solo a contemplar el sueño de su belleza adormecida aproximándose a su lecho con pasos sigilosos tan cerca de modo que pudiesen oler la fragancia de su cabellera y tan lejos que solo con el corazón cautivado por la secreta fascinación del sueño conseguían imaginarla entre sus dedos hasta lograr por un instante en sus vidas volver a sentir en los labios el tibio aliento de una juventud ya demasiado olvidada.
El rito consistía en la contemplación y la esencia del placer residía en velar el sueño de la bella de pieles tiernas y así pasaban horas cautivados por esa soledad pintada de tristeza sin poder tocar ni por un instante la belleza serena y violenta del erotismo rondando en su propia muerte.
Y ella lo sabía, sabía del tenor de su piel al despuntar la noche, se diría que desde la profundidad de su sueño podía oler las súplicas de cada alma en el vacío pretendiendo huir de la decrepitud senil, el placer del coqueteo con la muerte dibujada en la profundidad de su sueño mientras tejían y destejían los estragos de la desolación en cada pose natural de su cuerpo y amaba el instante de la belleza serena de su cuerpo contemplado.
Era el arte aprendido por siglos, la confabulación de los lobos aullándole a la luna, la proclama de los vientos, la nostalgia de la vida apagándose en cada estallido de la brisa, los acordes cantados sin mentiras la tarde de mil tardes en que con su belleza serena y piadosa consentía por última vez el capricho de las almas en el vacío cantados y contados en la fragancia de un instante inmortal, de un último hálito de vida entera resumida en el minuto perfecto y sublime de la contemplación de la belleza pintada entre sueños de la última mujer desnuda con la que jamás yacerían.
Nakibeso nante sayonara ne
29 comentarios:
Inspirador... nada qué decir... El grupo de los "lobos aullándole a la luna", ya es, creo, una secta o una religión.
Claro que acepto esta nueva puerta e invitación. Creo que sabré reconocerte.
Gracias.
Una mujer durmiendo desnuda es como el sol cayendo en un mar alborotado.
Semjante esfuerzo requiere un descanso... puedes pasar por la cabaña del Herrero y dormir otro sueño para ser escrito...
¡Maravilla de maravillas!
Entrelíneas que no son sino una deuda de honores ante el brillo destellante de un atardecer frente a los ojos de un Mentecato.
Que maravillosa la historia que construiste a través de la imagen de la mujer desnuda... precioso!
Un texto imponente que nos induce a tomar conciencia, cuando el otoño resbala en nuestras colinas, que la contemplación de un cuerpo jóven permite que la flor de invierno vuelva a tener capullos. Mágico lo tuyo, amiga mía. Abrazos.
Hay desnudos como éste que evidencian el alma.
Un abrazo.
Me quedé sin palabras al leer este texto, me fascinó la historia desde el primer momento.
Bella, preciosa historia.
Un beso tierno, tu visita será siempre bien recibida.
** MARÍA **
Lei ese libro y me quedé sobrecogida por la emoción ante tanta belleza y ahora me pasa lo mismo con tus palabras.
Besos
Me regalas una atmòsfera pura, nìtida y con mùsica propia.
Como esa bella adornada de puros aromas, blanca y perfumada de oriente, asì te muestras, Musa.
Mi abrazo de siempre
Buenísimo relato! tanto como tus poemas, la delicadeza de tus letras me eclipsa y me deja sin palabras.
Gracias!
Un relato en forma de poema. Me gusto mucho.
Beso amapolis querida
Petronila
Siempre supe que merecía la pena la espera y por fin la delicada durmiente muestra parte de su esencia inmortal.
El rito de la contemplación de la belleza como último estadio lúdico que esa decrepitud que conceden los años aún reconoce, el alma de lo bello al descubierto, a la luz de todas las miradas que anhelan esa belleza resumidas en una. Con ese deseo del deseo que acaba desembocando en el arte de mirar, gozando de lo posible, sintiendo la inmortalidad de la añorada juventud por unas horas.
Y todo esto leo entrelineas moldeado por tu sutil pluma embebida con esa tinta mágica que sin duda posees.
Amapola del alma, mi memoria amanece en besos.
Auuuuuuuu, yo era el lobo aullándole a la luna.
qué mayor vida puede estar contenida, sino es en un último instante colmado de belleza... se ha contraído mi aliento de sólo creerlo posible, puede ser magia, poesía, usted... podría ser verdad, lo intuyo... lo he creado justo en el lugar donde se supone debe latir un corazón... un beso para beber añejo... en mi mundo, bella.
Uhmmm... ¿El mismo atardecer?
...no tengo la valentia ni el coraje para rechazar invitaciones al paraiso...aqui estoy en su esquina,sorprendido por una historio fresca,nacido de la simple belleza de un cuerpo sin maquillage
salud y mas que suerte
Gracias por ingresar a mi mundo, mi espacio, te espero siempre.
Yo... vovleré por aquí a disfrutar de tus letras.
Te dejo un abrazo otoñal desde Buenos Aires.
MentesSueltas
Mi estimada maestra del buen decir.
A lo que usted tan bellamente llamó "oyendo los sones de su marcha triunfal".
Le cuento... usted ya puede oir de esa marcha. Asista a la ínsula y además de leer, podrá ir tarareando al unísono la cantata con que les honro.
HdQ
hola!!!!
De visita por aquí :)
Te dejo un abrazo y te digo que tus letras son maravillosas.
Te diria en este momento Kombanwa...llego y me encuentro con ese titulo "Sobakasu"....ese tema me encanta...hasta lo tengo de ringtone!..sigo leyendo...me encuentro con un relato q me lleva dela mano de la melancolia y a espaldas del amor a un tiempo donde todo es posible...y me maravillo con tu poesia...en verso o en prosa...diciendote q es un placer leerte, y q volver por mas...gracias por tu visita...beso.
precioso, simplemente hermosa la esnudez que describes.
besos
Que hermoso caer atrapada entre estas letras.
Te dejo un beso.
Atrapada en las redes de bellas letras.
Saludos
Es hermoso y a la vez aniquilador, esa contemplación me resulta casi obscena y a la vez tierna, es el canto del cisne de unas vidas que agonizan en la locura de lo que fueron y en la derrota de lo que son.
Ya viene.
Besos.
Así es la belleza absoluta, como el arte y la imposibilidad del ser.
Sólo el arte nos hace libres.
Saludos desde las preguntas.
Dejo aquí un fuerte abrazo otoñal... con mi mejor energia.
MentesSueltas
y a vos que te pasa que estas tan callada?? y como que faltaste??
Ya, ya, presentese poetisa, en la mansion destartalada.
Solo para saber si estas bien, o es solo que estas ocupadisima.
Beso
Petra
Qué bello relato. Me gustó mucho. Me dieron ganas de copiarlo para leerlo con calma por las noches, cuando me preparo para dormir.
Oiga... la eché de menos en la reunión... quería conocerte. Me imagino que eres muy amorosa.
Un beso.
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio