domingo, 22 de abril de 2012

Soliloquio






Llegué siguiendo el rumor de un susurro,
un mensaje al mar,
un pañuelo al viento.
Hoy el candado cumple cuatro años y una esencia de opio en el aire comienza a inquietarme...

Hoy no me hallo, pero siempre habrá entrelíneas.

martes, 22 de abril de 2008

El último comentario



El mejor truco del diablo
es haberle hecho creer al mundo...que no existe.

Cuando las luces se apagan en esta ciudad,
y los párpados se te cierran lentamente,
quedará en algún muro
la mancha con tinta verde de lo que fuiste...
de lo que fuimos.

Cuando las luces se apagan en tu ciudad,
quisiera apurar los pasos,
para alcanzar los últimos vestigios
de un canto romántico
que soñó con ser verso y poesía de tierra dulce
para alejar la tristeza que te alcanza cada tanto.

Cuando las luces se apagan en nuestra ciudad
el ultimo comentario de tantos cientos
quedará guardado entre los pliegues
de una página negra que te hizo trazo y forma.

Porque cuando terminen de apagarse
se cerrará el candado para siempre
de lo que no fuimos
de lo que nunca seremos
Entrelíneas y Circunloquios.

(A un adiós de letras)

martes, 25 de septiembre de 2007

A veces...

(Caresse discrete, Cathy Delanssay)



A veces el tiempo camina en el borde en que limita
el milagro y la magia
y se va, se va entre ires y venires
entre asíseas y queseyoses
se va entre latires y despertares.

Me has hecho volver a estas páginas que sin embargo no abriré
a veces porque no encuentro el porqué,
otras tantas me abruman las miradas.
Un día nacen estas entrelíneas para dibujar bocetos al azar que luego se trastocan en agobios.

Otras veces pasa un ángel, de esos que se hacen leyenda
y se convierten en lo que uno no ha querido que se conviertan...
en canción.

Ángel implacable, feroz,
del territorio de los versos que anidan más allá del mar.
¿Pensaste alguna vez que podría escribir para ti?
Quizá sea ese el destino de éstas páginas,
seguir caminando en el borde delicioso de la magia acompasada de milagros.

Te comparto mis besos transatlánticos,
estas palabras que fluyen solas y que son hoy unicamente para ti.
Tampoco te olvido
aunque quizá tampoco retorne.

martes, 10 de julio de 2007

Y aquí estoy

(María de medeiros, "Henry y June")



Y aquí estoy
pensando en no volver
Pensando en perderme,
en diluirme (una vez más) y no ser.
No ser sentencia en el silencio
no ser certeza tan solo entrelíneas,
pensando quizá en revelar quien soy,
salir de este brillante lienzo de paredes negras
para dejarme retratar en el desnudo.

Estuve pensando en abandonar,
en bajar de navíos de altos mares para saludar al sol lanzada al mar
en dejar morir las entrelíneas
como murieron también los lejanos sueños de opio
y partir en nuevos rumbos
con todos los sueños que caben entre una proa y una popa.
Y no volver
o quizá sí,
quizá disfrute un poco más esto de seguir
dibujándote trazos entre los pliegues de la piel
y tú seguir agradeciéndomelo.
Aunque no sirva.

Estuve pensando en dibujar nuevos puentes
no mejores ni peores sino solo nuevos, otros, distintos
ya sabes que tengo mi arquitectura más o menos estudiada
que puedo irme aunque me den lo mismo tus lágrimas,
dejarte con el asombro tendido en la hierba
pensando en el ancho de mi abrazo
creyendo que sabes todos mis secretos
los de antes, los de ahora.
Es bueno que lo pienses
me fascina que te equivoques así, tanto.

Pensé en irme y no volver
sucumbir al fin a este agitado invierno de nubes viajeras
irme con ellas aprovechando la lluvia, quien sabe,
diluirme en otros laberintos
en bellos laberintos marcados por rosarios de misterios
acercar mis dedos,
fraguar nuevos versos,
murmurarle despacio,
detener el tiempo con la noche
entre ángeles y demonios
yo fundiéndome.

Es gracioso, pues tal vez lo haga
Pero antes regresaré
regresaré quizá por última vez
para prolongar mis manos hasta ti
(o el calvario de tus días hacia mi)
regresaré con el torrente de la vida por delante
para danzarte una vez más bajo la luna
regresaré a beberte entrelíneas
dulce y candente
lejana y remota
y con la suma de todos mis pecados
a vuestros pies.

jueves, 21 de junio de 2007

Sin derechos de autor

( "Eyes", Rob Stanley)


Me callo lo que pienso
que si, que si, que me callo
hoy sería mejor oirte, de manera que mejor no decirlo.

Pues solo acierto a imaginarte
de arriba a abajo
o, quizás, mejor al revés
de abajo a arriba
despacio
muy despacio
en una cama tan grande como es la mía
y tan sin ti.

Pero
qué se le va a hacer
(si lo utilizas quiero derechos de autor)
claro, o al menos cobraré en especies.
yo cobro mis derechos en piel de amapola
en caricias y besos
en todo lo que eres
y lo que sientes
en suspiros y escalofrios
en ternuras y deseos.

Quiero beber de cada fuente
mojarme en ti
y romper toda defensa
si es que acaso la hubiera
con una palabra
con una caricia
con mi lengua recorriendo
cada paisaje que imaginas en tu cuerpo…
y si tú lo dices
será poesía
pero será, sobre todo, palabra y lengua
descubriendo cada cima
cada valle, grutas , mares y rios
y sobre todo
esa boca
que es mi boca
esa piel que es la mía
que,
si tú lo quieres
será poesía
palabra
apenas verso
sólo palabra
y deseo...

martes, 19 de junio de 2007

Mi opio Interminable



Por estos días se tejían los acordes estridentes de la segunda Vendetta...
(ya un año, cómo pasa el tiempo)
Mira que venir a recordarlo ahora, a propósito de nada, a propósito de todo.

"Te permitiré la risa
porque intuyo tu soledad
como te intuyo la piel..."

Escribir Interminable es detallar el arte de mi sangre
conocedora del carácter indómito y perenne de su pasión.
Escribir Opio es intuir el abismo narcótico de tu presencia sostenida entre mis dedos.
Escribir mío es concederte el privilegio de jamás haberte intentado,
ni inventado, ni intuido de otro modo.
Escribir Vendetta es transcribir en fuego y sangre
la pasión cayendo por la espalda.

"Fuiste creador de mundos imposibles
confundido con mis lágrimas
Interminable en los versos, en la prosa y en la ausencia
tiempo de soles, de estrellas y navíos
Fuiste la brisa que hizo danzar las espigas de mis campos
(de amapolas)
el beso del adiós
la agonía de un amor que se cierra
Fuiste canto de sirenas,
principio y fin de mis reinos de papel
que una vez más hago y rehago a voluntad
sin poder arrancarme tu recuerdo..."

Tu recuerdo,
guardado en las recónditas murallas de adoquines verdes
sellado en vendettas en el jardín de piedras donde se muere la tarde
ave herida respirando estrellas en mi pecho,
¿Por qué te tomas tanto tiempo en escribir para mí?
resuena tu voz en la lejanía.
Y tú me lo preguntas
Porque el arte entre mis dedos
sigues siendo tú.

jueves, 14 de junio de 2007

En la lluvia

"Mi ventana esta mañana"


¿Creerás que te han resultado las letras para escarbarme los sentidos?
lo sabes, siempre te resultan ...
hoy te transformas en esta lluvia dulce
que golpea el ventanal de esta casona de tejados viejos
en medio de la ciudad
ciudad de mercadillos, de escaparates empañados.
Y callo, porque para nombrarte invisible solo basta verte
en cada caer de esta lluvia de Junio
diríase que hasta puedo sostenerte en el delirio
de tu piel trémula convirtiéndote a mi antojo en verso
en cada gota que cae.
Se pierde la tarde y te transformas
hasta lloverme en este invierno
hasta yo verme tejida en campos de amapolas
declarada musa de tus ojos lejanos.

¿Creerás que te dispersas bajo esta tormenta sobre el cristal de mis llamas?
y el cielo me regala tu silencio
que es gota
que es lluvia.
Tú harás los preparativos de la magia que comeremos con las manos
y yo te guardaré en cada bocanada los besos
en las volutas de humo
en el caer de esta agua
Sabrás que no dejo atrás los relojes de arena
con que hemos construido cada suspiro
no se puede
no debemos
cerraremos en este rincón los ojos
para abrirnos donde nos encuentre la evaporada nostalgia de este caminar
y te volverás agua para sentirme la boca besada
y te volverás gota helada donde te encuentren mis besos
bajo la lluvia.

¿Creerás que tan solo de tu mano los escalofríos trocan la tormenta
en pájaros de agua dulce?
que el corazón siente lejos el abrazo de las lágrimas
Ya ves, bajo la lluvia, de tu mano y teniéndote tan cerca
no es difícil hacer poesía
detener los dedos
sin límites precisos
colgar tus ojos en la tormenta de cristal
para hablar del tiempo imperceptible
para reír en el arte de tu nombre y tu recuerdo
para soñar la vida
para entender el lenguaje de tus manos
en cada gota que bebo sin sed
para morir en la retórica
para encontrarte los labios ebrios
yo viéndote
lloviéndote.